La Mezquita de Córdoba es el monumento más visitado de esta capital andaluza y el elemento más representativo del arte musulmán, símbolo también del poder del califato y del al-Ándalus.
Ubicada en pleno casco antiguo de la ciudad, junto al río Guadalquivir, llegó a ser la segunda mezquita más grande del mundo, después de la de La Meca. Junto a la Alhambra de Granada, es el mayor resto de la cultura andalusí en España. En 1984 fue declarada Patrimonio de la Humanidad, uniéndose en 1994 a esta declaración parte del centro histórico de la ciudad.
Con sus más de 24.000 metros cuadrados de superficie y las 1.200 columnas que sustentan su estructura de arcadas, esta fue una de las mayores obras de arte de la cultura musulmana en la Península Ibérica.
Historia de la Mezquita de Córdoba
La historia de la Mezquita comienza en el año 756, cuando Abderramán I, uno de los últimos herederos de la dinastía omeya, establece en Córdoba su nuevo emirato.
En 785 se pone la primera piedra de esta gigantesca obra, unas obras que duran aproximadamente dos años y para las que, supuestamente se reutilizan materiales de construcciones anteriores sobre la planta de una antigua iglesia visigoda. Así, se pueden apreciar influencias romanas, visigodas y omeyas en aquella primera construcción.
La planta inicial de la Mezquita era de 74x79 metros, con un patio y una sala de oración y la utilización de dobles arcadas. Disponía de cuatro puertas, una de ellas denominada la puerta de los Visires (hoy puerta de San Esteban), por la que supuestamente accedían el emir y sus oficiales.
Curiosamente, la orientación de la qibia de la Mezquita de Córdoba (el muro que indica la dirección en que rezan los musulmanes) no se dirige hacia La Meca, como es típico en el resto de mezquitas musulmanas, sino al sur, hacia el río Guadalquivir, algo que era habitual en los templos de Al-Ándalus.
Tras la muerte de Abderramán I, el emir Hisham I recogió el testigo de la construcción, terminando el patio y levantando el primer minarete o alminar, desde el que se llamaba a la oración a los fieles.
Bajo el emirato de Abderramán II, se realizó una ampliación de la Mezquita, dado el aumento de la población en la ciudad y la exigencia de mayor espacio para el rezo.
Con la llegada en 929 de Abderramán III y su nuevo Califato, se agrandó el patio y se derribó el antiguo minarete para construir uno más grande, de 47 metros de altura y una planta cuadrada de 8,5 metros, simbolizando el mayor poder de la ciudad.
Este nuevo minarete fue parcialmente destruido tras la recuperación cristiana de la ciudad en 1236 y sus restos aún permanecen dentro del campanario cristiano que fue erigido en su lugar.
También en esta época, siglo X, se ampliaron las salas de oración y la macsura, el espacio reservado para el emir y en el que cada semana se mostraba a sus súbditos.
Con la asunción al poder del hijo de Abderramán III, Alhakén II, se adornó la Mezquita con ricos mosaicos dorados de estilo bizantino, dotando de mayor esplendor al recinto y mostrando el poder que conservaba el emirato.
Entre 987 y 988 se llevó a cabo una tercera ampliación de le Mezquita de Córdoba, ideada por Almanzor, el delegado político del emir Hisham II. Se añadieron ocho naves, ampliando el espacio de culto hasta los 8.600 metros cuadrados, convirtiéndose ya en la segunda mezquita más grande del mundo.
A principios del siglo XI, llegó el declive del Califato de Córdoba y el poder de los emires dio paso a saqueos en lo que fue el próspero Al-Ándalus. En una primera incursión en la ciudad por parte de las tropas castellanas del rey Alfonso VII de León y Castilla, la Mezquita se vio saqueada y desprovista de sus mayores tesoros y de gran parte del mobiliario.
En 1236 la ciudad fue finalmente tomada por el ejército castellano y la Mezquita fue consagrada como catedral, lo que trajo algunas modificaciones en la decoración, aunque no fueron importantes arquitectónicamente.
Sí se construyeron varias capillas pequeñas y un primer altar, que se situó bajo uno de los lucernarios o claraboyas construidas por Alhakén II (hoy la capilla de Villaviciosa), aunque sin tocar la estructura principal.
La Capilla Real fue la obra más relevante de esta época. De estilo mudéjar fue fundada por Enrique II de Castilla para sepultar en ella los restos de Fernando IV y Alfonso XI, reyes de Castilla y León.
En los siglos XVI y XVII se produjeron las mayores modificaciones cristianas en la Mezquita, cuando en el centro del recinto se erigió una gran nave cristiana de estilo renacentista y con ciertas influencias góticas, que incluía una nueva Capilla Mayor y alterando sustancialmente el espacio dedicado al culto musulmán.
Las obras se toparon con la oposición del concejo del Córdoba y tuvo que ser el emperador Carlos V quien ordenara la ejecución de los trabajos. Según cuentan los historiadores, este monarca se arrepentiría después de esta decisión, dejando una lapidaria frase para la posteridad: "habéis destruido lo que era único en el mundo, y habéis puesto en su lugar lo que se puede ver en todas partes".
Fue en 1593 cuando se construyó el nuevo campanario, embutiendo parte del antiguo minarete dentro de la nueva torre renacentista.
En 1748 se añadió a la Catedral el coro y la sillería de madera tallada. A partir del siglo XIX, las restauraciones efectuadas han tenido como objeto recuperar parte los vestigios perdidos de la arquitectura islámica.
En 1984, la Mezquita de Córdoba fue declarada Patrimonio de la Humanidad. En 1994, esa declaración fue ampliada con la ciudad vieja de Córdoba, incluyendo gran parte del centro histórico de la ciudad, lo que llevó a realizar nuevas tareas de restauración y mejora en esta extraordinaria obra de arte que es la Mezquita.
Exterior
Minarete y campanario
Ya dijimos anteriormente que el antiguo minarete fue sustituido por uno más grande, de dos cuerpos y 46 metros de altura que, a su vez, fue reemplazado por el actual campanario tras un terremoto o una tormenta que deterioró la estructura.
El minarete disponía de un cuerpo principal con dos escaleras independientes para subir y bajar, iluminadas por ventanales con arcos de herradura. El cuerpo superior, lo formaba la denominada linterna, decorada en cada lado por un arco de herradura y rematada por unas esferas metálicas en su parte superior.
El nuevo campanario, construido entre 1593 y 1617, envolvía parte del antiguo minarete, alcanzando los 54 metros de altura y siendo la construcción más alta de la ciudad. Desde el año 2014, tras una profunda restauración, el campanario es visitable y accesible. Durante la ascensión, podremos observar los restos del antiguo alminar en forma de arcos que daban forma a las ventanas. También obtendremos unas vistas panorámicas espectaculares de la ciudad de Córdoba.
Patio de los Naranjos
El Patio de los Naranjos era el antiguo lugar destinado a las abluciones, el rito por el que los fieles purificaban su cuerpo antes del rezo. También se empleaba como lugar destinado para dar enseñanzas y celebrar juicios.
Originalmente, el patio se encontraba abierto hacia el norte y no fue hasta la conquista de los cristianos que se decidió cerrar completamente este espacio.
Actualmente está considerado como el patio-jardín más antiguo de Europa. Curiosamente, en su origen las únicas plantas que lo poblaban debían algunas palmeras. No fue hasta 1512 que se plantaron los naranjos que finalmente bautizaron este patio. En la actualidad son 98 los naranjos plantados, en hileras y unidos por canales que facilitan su riego.
Dos grandes fuentes surten de agua el patio, la de Santa María y el Caño del Olivo, cuyo nombre viene dado por el milenario olivo que se encuentra a su costado.
Bajo el Patio de los Naranjos se descubrió en 2001 un gran aljibe del siglo X con capacidad superior a los 1.200 metros cúbicos, que se utilizaba para captar aguas pluviales y asegurar el riego del jardín y las abluciones.
Interior
Bosque de columnas
Es sin duda la parte más llamativa de la Mezquita de Córdoba, más de 1.200 columnas de mármol, jaspe y granito, apoyadas sobre bases y capiteles tallados sobre los que apoyan 760 arcos de herradura en dos tonos de color, blanco y rojo, que nos muestran el lado más fotogénico de la Mezquita.
Los arcos son dobles, una ingeniosa innovación que permitió realizar una construcción con techos más altos.
Este "bosque de columnas" se encuentra en lo que era la sala hipóstila, un enorme espacio destinado a la oración y en el que los arcos servían para separar las diferentes naves que formaban la hipóstila.
Mihrab
El Mihrab es el nicho que indica la dirección en la que se ha de rezar. Es un espacio ricamente decorado y que está rodeado por la macsura, el espacio reservado para el califa durante la oración.
Disponía de dos puertas laterales, una que daba paso al tesoro del califato (actualmente el tesoro catedralicio) y otra por la que el emir entraba y salía hasta el Alcázar o palacio del califa.
El Mihrab está decorado con ricos mosaicos dedicados a versos del Corán y con motivos vegetales.
La Catedral
El núcleo de la moderna Catedral de Córdoba lo forman la Capilla Mayor, el crucero, el coro y el trascoro, construidos entre los siglos XVI y XVII en el interior de la propia Mezquita, seguramente para demostrar la victoria del cristianismo sobre el islam tras la reconquista.
La nave está rodeada de varias capillas, dedicadas a diversos santos y santas.
El retablo mayor fue obra de Alonso Matías y fue finalizado en 1653. Está conformado por tres cuerpos, el central con un lienzo de la Ascensión y los laterales con lienzos de San Acisclo, Santa Victoria, San Pelayo y Santa Flora.
Frente a este retablo se encuentra la sillería del coro, obra de Pedro Duque Cornejo y realizada entre 1748 y 1757. Toda la sillería está tallada en madera de caoba, con 30 sillas en la parte superior y 23 en la inferior, con relieves que muestran la vida de Jesús y la Virgen María.
Entradas para la Mezquita-Catedral de Córdoba
Precios
Mezquita-Catedral de Córdoba
- General: 13€
- Reducida: 10€ Personas mayores de 65 años, estudiantes de 15 a 26 años y titulares del Carnet Joven
- Reducida: 7€ Niños de 10 a 14 años, discapacitados hasta el 64% y miembros de familia numerosa (adultos)
- Reducida: 5€ Miembros de familia numerosa (niños de 10 a 14 años)
- Gratuita: Nacidos y/o residentes en la diócesis de Córdoba, menores de 10 años, titulares de la tarjeta "Andalucía Junta 65" y discapacitados de más del 64% con un acompañante
Visita nocturna (el alma de Córdoba)
- General: 20€
- Reducida: 14€ mayores de 65 años, discapacitados, estudiantes hasta 26 años y niños de 7 años en adelante, previa acreditación oficial.
- Gratuita: Menores de 7 años (sin audioguía y acompañados de un adulto con entrada válida)
Torre Campanario
- General: 3€
- Gratuita: Nacidos y/o residentes en la diócesis de Córdoba y niños de 7 a 9 años
Horarios
Mezquita-Catedral
- De 10:00 a 19:00
Torre-campanario
- 9:30, 10:00, 10:30, 11:00, 11:30, 12:00, 12:30, 13:00, 13:30, 14:00, 14:30, 15:00, 15:30, 16:00, 16:30, 17:00, 17:30, 18:00 y 18:30.
Información visitas
- Visita gratuita de lunes a sábados, de 8:30 a 9:30 horas. Excepto en días de celebración extraordinaria. En este horario no se permitirá la visita de grupos. 10 minutos antes se impedirá el acceso y se comenzará a realizar el desalojo del monumento.
- Punto de información
- Plano-folleto explicativo de la Mezquita-Catedral de Córdoba. Disponible en español, inglés, francés, alemán, italiano, árabe y japonés
- Contratación de guías oficiales
- Servicio de audioguías y radioguías disponible
- Aseos y aseos adaptados
- Sillas de ruedas
- Material de difusión para invidentes. Disponible en las taquillas de la Mezquita-Catedral
- Cambiador de bebés